El duelo ante la pérdida de un ser querido.

El duelo es el proceso en el cual se encuentra una persona que ha perdido a un ser querido. Se llama duelo porque hace referencia al dolor emocional que se siente ante esa pérdida y en muchas ocasiones el dolor emocional puede llegar a ser más limitante que el físico. Para terminar de superar el duelo es necesario llegar a sentir ese dolor, ya que la tristeza nos hace ser más conscientes de lo que ha pasado y nos ayuda a reconstruir nuestra vida, a buscar soluciones a los problemas que se presentan. etc., Pero cuando el dolor se convierte en sufrimiento, realmente no nos está ayudando, porque eso significa que ha alcanzado un punto en el que se ha apoderado de la persona y le impide hacer su vida con normalidad. El duelo es un proceso por el cual muchos de nosotros hemos pasado y tendremos que pasar a lo largo de nuestras vidas, ya que es lo que nos conecta con el ciclo vital de los seres humanos y de la misma manera que somos participes de nacimientos, también lo somos de muertes de seres queridos. 

Implica conectar con una serie de emociones negativas y también tiene una duración que varía en el tiempo según diferentes variables, en función de cómo se ha producido la muerte, si ha sido repentina o si ha sido un proceso de enfermedad largo. Si el vínculo emocional entre esa persona y nosotros es más o menos estrecho y también varía según la personalidad y estado emocional en el que se encuentra la persona.

A lo largo de este proceso se han de pasar por una serie de fases que van desde la negación o «shock», a la ira y la tristeza llegando por último la aceptación de que esa persona no volverá, lo que seguirá produciendo tristeza en un futuro pero ya no con la misma intensidad.

En ocasiones los duelos se convierten en patológicos, lo que significa que la persona no lo está procesando de forma correcta y se produce una especie de estancamiento o bloqueo, lo que impide avanzar hacia las siguientes etapas del duelo y poder llega por último a la aceptación, en esos casos sí que es necesaria la ayuda profesional. Aunque en realidad estamos hablando de un proceso muy natural en los seres humanos, en ocasiones, puede llegar a ser muy difícil de superar por uno mismo.

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