Conectar con la naturaleza

Aunque nos encontremos intentando adaptarnos a la nueva normalidad con todas las limitaciones que ello conlleva, hay algo de lo que no se nos puede privar, ya que es un gran tesoro del que disponemos en nuestro día a día y que afortunadamente está al alcance de todos, que es estar en contacto con la naturaleza. La naturaleza es algo que existe desde nuestro orígenes y conectar con ella nos devuelve al lado más humano y primitivo. Está demostrado científicamente que cuando entramos en contacto con ella comenzamos a relajarnos disminuyendo los niveles de estrés, contribuyendo a nuestra mejora en la salud física y mental, lo que conlleva por ejemplo a desconectar de la espiral de pensamientos del día a día, disminuir la presión arterial mejorando la calidad del sueño y favoreciendo la prevención de enfermedades cardiovasculares. Disfrutar de la naturaleza puede ser algo tan sencillo como respirar aire puro, pasear por la orilla de la playa, realizar senderismo por la montaña, observar un río o lago, hacer un picnic en un entorno natural, contemplar un amanecer o atardecer, en definitiva, todo lo que sea conectar con cualquier ser vivo o ambiente natural. Conectar con la naturaleza puede ser tan fácil y variado como ir a coger piedras para pintarlas, recoger frutos de algún árbol o huerto, practicar deporte al aire libre, sentarse a escuchar el canto de los pájaros o cocinar frutas y vegetales. Por ello cuidar de ella también es otra forma de conectar, intentando no contaminar el medio ambiente o reciclar, siendo respetuosos, ya que nos lo agradecerá siempre a su manera, nos habla con una peculiar forma de agradecimiento que suele ser regalándonos paisajes espectaculares, ayudándonos a respirar más cantidades de oxígeno puro y creando nuevos seres vivos.

Si hablamos de los beneficios para los niños de conectar con la naturaleza son múltiples, ya que jugar al aire libre o conectar con ella contribuye a un buen desarrollo físico y emocional y hay multitud de actividades que se pueden planificar con ellos.

En definitiva, no olvidemos que la naturaleza nos puede ayudar a aumentar los niveles de felicidad. Fácil y accesible para todo el mundo, ya que el que más o el que menos tiene cerca  o a su alcance algo natural.

La naturaleza nos ayuda a olvidar lo material y sentir que no somos el centro del universo pero sí una pequeña parte de él.

 

 

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